El soldado del teatro poblano 

*Víctor Rubén enfrentó los prejuicios de sus progenitores y de la sociedad para dedicarse a su gran pasión: las tablas escénicas, hoy es un referente, pero siempre pone por delante al teatro

Jaime López

Puebla, Pue.- Se auto describe como un soldado de las artes escénicas. Lleva 32 años de su vida con el objetivo de transmitir emociones al público.  Y sin pensarlo dos veces, descarta ser un referente del teatro poblano.

Víctor Rubén, director del Centro Cultural Construarte y actor/productor que cuenta con una especialización en el Centro Nacional de Esgrima de Madrid.

considera que hay otros intérpretes en el estado que tienen mayor trayectoria o experiencia.

“Yo soy un soldado del teatro, el que debe de ser referente es el teatro mismo, yo no entré a hacer teatro por fama, para eso está la televisión y el cine. El teatro se hace por otra cosa, se hace por pasión, se hace por sentirse vivo, se hace por compartir, se hace por amor”, afirma, lapidario.

El primer acercamiento de Víctor Rubén con el universo teatral ocurrió en su adolescencia, cuando montó una obra en la secundaria con ayuda de sus compañeros.

“Yo no conocía el teatro, tuvimos una clase de lo que en ese entonces era español y ahí vimos un apartado de lo que es teatro, y bueno, el maestro nos deja de tarea investigar sobre el teatro y hacer una obra de teatro desde cero”, relató.

El primer telón que diseñó echó mano del papel Kraft, material que se caracteriza por su textura gruesa y color marrón.  Rubén presentó su primera puesta ante una audiencia reducida, los compañeros de su salón, y sin tener los conocimientos del trazo escénico o de otros aspectos tales como la colorimetría del vestuario.

La obra se llamaba “Juicio”, tenía como premisa central la pelea entre generaciones, ya que confrontaba las creencias de los adultos con las de la juventud.

Después de conseguir el beneplácito del maestro, se exhibió ante audiencias más amplias, todos los grupos de la escuela y, posteriormente, ante los padres de familia.

El escuchar y ver el aplauso unánime del auditorio, después de concluir la  presentación y abrirse el telón, confirmó en él su pasión por las artes escénicas

“En ese momento yo dije: yo quiero hacer esto para toda mi vida”.

El histrión nacido en Puebla reconoce que no tuvo, en el inicio de su formación, el apoyo de sus progenitores, porque estos tenían la creencia que hacer teatro era una profesión sin beneficio y para personas con vicios.

Solo el tiempo y la tesón de Rubén cambió su mentalidad y ahora lo presumen a diestra y siniestra con sus conocidos.

“Fíjate que cuando mis papás se enteran de que quiero ser actor, ellos ponen el grito en el cielo, ellos tenían esta mala idea de lo que dicen de los actores, acerca de que te vas a morir de hambre o te convertirás en alcohólico o drogadicto”, expresó

Otra cosa que también recuerda claramente el actor es el rechazo de la sociedad, que deja sin oportunidades laborales a los teatreros y que lo condujo a desempeñar diversos trabajos no relacionados con las tablas escénicas, entre ellos, ser mecánico, vendedor de abarrotes o coordinador académico de una universidad privada.

Más de tres décadas después y con un currículum extenso, Víctor Rubén asegura que actualmente puede vivir del teatro.

El artista sabe que la escena poblana está conformada por diversas expresiones o estilos, que el teatro es un arte sin fecha de caducidad porque se ha realizado desde hace más de cuatro mil años y, dice, en tono de broma, que continuará haciéndose si detectan vida en Marte.

 

 

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